Cómo
encarar el empleo de los signos de puntuación.
El hecho de que haya signos de puntuación, a lo que a veces se le da
poca importancia, tiene un porqué. Más
allá de la función de cada uno de ellos, hay un sin número de ejemplos en los
cuales se cambia el sentido del texto, al cambiar los signos. En muchos de esos casos, se deja margen para
la ambigüedad e incluso interpretaciones peligrosas, divergentes de lo que el
autor quiso decir.
Técnicamente, se sabe que la coma se la usa para pequeñas pausas,
para organizar la sintaxis de una oración y para enumerar; ya el punto y coma,
para pausas mayores.
Si se quiere interrumpir una oración
o darle un final impreciso, o quizás…
Bueno…,no hace falta citar todos los casos del uso de los puntos suspensivos;
pero éstos conllevan, en muchos casos, mayor subjetividad.
Para entender mejor el uso de los
signos, así como su empleo correcto, resulta más agradable de aprenderlo cuando
se lee una novela o un libro de poesía. ¡Ah!...
¡Qué sería del mundo sin poesía! Una
vez, un gran filósofo afirmó: “ Los poetas son los que se acercan más a la
esencia de la vida; también los músicos”.
¿Es posible imaginar un mundo sin poesía y sin música? Por supuesto que no. Desde luego que el alimento y el agua, por ejemplo,
son imprescindibles; pero también lo es el arte como un todo.
Hablando de arte, ¿no sería mejor
para la buena lectura, si se encarara el uso de los signos de puntuación como
tal?
Imagenes disponible en: http://www.todoele.net/humor.html